miércoles, 9 de marzo de 2011

EL AYUNO SEGÚN SAN MIGUEL

No cabe la menor duda que el ayuno que Jesucristo nos pide es aquél que se menciona en el libro del profeta Isaías: abrir las prisiones injustas, desatar las coyundas de los yugos, dejar libres a los oprimidos, romper todas las cadenas; partir tu pan con el que tiene hambra, dar hospedaje a los pobres que no tienen techo; cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante.... cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, entonces brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía.... el Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, dará vigor a tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena no se agota; reconstruirás viejas ruinas, levantarás cimientos de antaño, te llamarán "reparador de brechas" "restaurador de casas en ruinas"
Con todo ello, quiero decir que el ayuno corporal, es decir, la privación de alimento ordinario en algunos días de la cuaresma, principalmente los días penitenciales miércoles y viernes, son una oportunidad para experimentar el hambre corporal y al mismo tiempo darnos cuenta que no sólo de pan vive el ser humano sino que es necesario saciar el hambre y sed de Dios. Además, el ayuno nos ayuda a sacar de nosotros mismos ciertos "demonios" que no saldrán sino sólamente a base de ayuno y oración.
El ayuno que te propongo para este tiempo de cuaresma y para todos los miércoles y viernes del año es a base de PAN Y AGUA o PAN Y AVENA. No es cualquier tipo de pan o cocinado de la forma que sea. En este momento te ofrezco la receta del pan de"san miguel" o "turrones de san Miguel" como mejor se le conoce en esta población.
RECETA:
1.- medio vaso de la licuadora con avena cruda (de preferencia en grano)
2.- dos cucharadas de miel de abeja (lo más pura posible)}
3.- poca agua (sólo para que pueda licuarse y quede como atolito)
4.- dos manzanas (se le puede añadir también medio platano)
5.- diez almendras o al gusto
6.- se cocinan sobre un comal o cacerola de teflón (como se cocina el hotkakes)
7.- se puede consumir el necesario en la mañana, en la tarde y en la noche
8.- se puede acompañar este alimento con avena en agua (se le pone piloncillo o miel -manzana picada-) o simplemente agua.
9.- el agua se puede consumir durante el día para no deshidratarse.
10.- buen ayuno ofrecido por nuestros pecados, por la restauración o reparación de las faltas cometidas durante las noches por miembros de nuestra comunidad cristiana católica, produce abundantes frutos.
11.- el ayuno debe ir acompañado de una hora o más de oración ante el santísimo sacramento.
Sinténtalo y verás la diferencia. Evita a toda costa cualquier rompimiento del ayuno que estás ofreciendo, principalmente no romperlo con faltas a la caridad.
Dios te bendiga y en buena hora.... buen ayuno... buen inicio de cuaresma... RECUERDA QUE LA META ES LLEGAR A LA PASCUA PORQUE ES EL CENTRO Y CULMEN DE NUESTRA VIDA CRISTIANA. LA CELEBRACIÓN MÁS IMPORTANTE DE TODO EL AÑO LITÚRGICO.
TE BENDIGO DE CORAZÓN.

EL MIÉRCOLES DE CENIZA CATÓLICO


Con este signo, elemento natural, símbolo de muerte que indica que ya no hay vida ni posibilidad de que la haya, iniciamos un camino de oración, ayuno y limosna. Nos imponemos este elemento sobre nuestras cabezas pero no con un sentido negativo u oscuro de la vida, pues el cristiano debe ver su vida positivamente. La ceniza se convierte para nosotros al mismo tiempo en un motivo de esperanza y superación. Las cenizas sobre nuestras cabezas simbolizan todo el programa cuaresmal de la Iglesia, como un momento en el cual cada uno de nosotros empieza a entrar en su corazón y comienza a caminar hacia la Pascua, el encuentro pleno con Cristo. Es el reconocimiento de nuestro pecado y nuestra debilidad: “acuérdate que eres polvo y en polvo te has de convertir”. Es el signo de nuestro arrepentimiento y de nuestro camino de conversión renovado: “arrepiéntete y cree en el Evangelio”.

Es necesario que toda la ambientación de la Iglesia y el estilo de la celebración ayuden al clima nuevo de la Cuaresma: ausencia de flores, cantos adecuados, silencio de la música, se suprime el “Gloria” y el “Aleluya”, que no volverán a sonar hasta la Vigilia Pascual; se resalta una Cruz grande y desnuda en el presbiterio, y carteles o rótulos con frases que inviten al clima cuaresmal.

El programa cuaresmal consiste en obtener una vida nueva a imagen de nuestro Señor Jesucristo. Por esta razón se nos proponen tres gestos tradicionales mencionados anteriormente: la oración, momento tranquilo de nuestra comunicación con Dios, para escuchar su Palabra y para expresar nuestra confianza, en un mundo que ignora la oración y se olvida de Dios. El ayuno, esfuerzo de austeridad personal en la comida, en los gastos, en la ostentación exterior en un clima social tan inclinado a valorar la riqueza y la sensualidad. La limosna, signo de la generosidad hacia los demás, especialmente a los más necesitados

Además de estos tres elementos necesarios para nuestro crecimiento espiritual, te invito a no olvidar realizar tus propósitos cuaresmales de cambio, de conversión o de sacrificio para interceder por todos aquellos que viven lejos de Dios y necesitan convertir sus vidas para alcanzar la salvación. ¡DIOS CON NOSOTROS! ¡ANIMO!

LA CUARESMA

Hemos llegado al inicio de la Cuaresma, es decir, empieza el ciclo pascual de la Iglesia. Ciertamente, en el centro encontramos el misterio de la PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR. Son cuarenta días de preparación intensa, y posteriormente cincuenta días de celebración de la Pascua salvadora de Jesucristo y de la presencia de su Espíritu en la Iglesia y en el mundo.



El camino que Jesús nos invita a recorrer en este tiempo es el camino que él asumió por cada uno de nosotros para librarnos del domino del pecado y ofrecernos la libertad de los hijos de Dios.


La cuaresma es el tiempo maravilloso que Dios, a través de su Iglesia, nos ofrece para “vencer al espíritu del mal”. Al mismo tiempo se nos ofrecen dos formas de mirar: 1) una sobre el camino de Jesús, evocado el primer domingo con el relato de las tentaciones; 2) otra sobre nuestro propio camino.

La cuaresma es un llamado constante a reducir la distancia existente entre nuestro camino y el camino de Jesús, a acoplarnos cada día más y más a la imagen del Hijos de Dios, o como dice san Pablo: llegar a la estatura de CRISTO.

La Cuaresma es una llamada a reconocer nuestro pecado, no sólo a constatar el pecado de los demás, cosa que, tanto la cultura como nuestras vidas están acostumbrados a practicar; es decir, reconocer que somos egoístas, frívolos, interesados, sensuales, apegados a lo que tenemos, distantes de los demás, que rechazamos con frecuencia el diálogo y el perdón, incapaces de reconocer nuestras debilidades ante los demás e inclinados a la autocomplacencia. La Cuaresma es una llamada a arrepentirnos y a convertirnos al Dios del Amor y el Perdón, que ha hecho su obra en Jesucristo. En pocas palabras es un tiempo “favorable”.

Podríamos afirmar que es como un sacramento: signo eficaz de salvación. Claro está que esto último solamente para quien se dispone a vivir con intensidad dicha experiencia de encuentro con Cristo a través de actitudes nuevas y compromisos firmes.


Cada elemento que la Cuaresma nos presenta y ofrece es para nuestro crecimiento espiritual. Aprovechemos este tiempo de Dios para nosotros.